miércoles, marzo 15, 2006

La Yuca: Crónica de una muerte anunciada

Cuando cortemos el último árbol, contaminemos el último río y matemos el último pez—cuando ya nada quede en nuestra tierra que de frutos—entonces entenderemos que el cemento no se come.

El catedrático de la Escuela de Derecho de la UPR, el Dr. Isar Godreau, una vez compartió conmigo palabras similares, que a su vez eran una modificación de las palabras de un indio del Amazonas, para demostrar la imbecilidad del hombre que ignora su propia naturaleza. Con el permiso del Dr. Godreau, he modificado esas palabras una vez más para ir directo al grano de lo que está ocurriendo en nuestro país.

De acuerdo a cifras publicadas por la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER), Puerto Rico fue uno de los principales mercados para la yuca y el ñame procedentes de ese país durante el primer trimestre del 2005. ¿Quién le iba a decir al indio taíno que llegaría el día en que alimentos de su dieta básica serían importados del extranjero? Quizás me equivoque y ya para aquel entonces, a manera de trueque, nuestros antepasados intercambiaban tabaco y maíz por ñames y yucas de sus vecinos los Chorotegas. La realidad es que, ya en 1991, con el propósito de contrarrestar el resultado de una industria de agricultura casi moribunda, el entonces Secretario de Agricultura, Alfonso Dávila, autorizó un incentivo de cinco quintales de abono para fomentar siembras nuevas de plátanos, ñames, yautías, yuca, apio, calabaza y malanga. De acuerdo al último Censo Agrícola conducido por el Negociado de Censo de los Estados Unidos, la siembra de yuca en Puerto Rico había disminuido de 561 cuerdas en 1998 a 268 cuerdas en 2002 (un 52%).

No es sorprendente si nos ponemos a pensar la cantidad de gente que ya no come en casa y la cantidad de restaurantes tanto de comida rápida como los más gourmecitos que sirven yuca. Por ejemplo, ¿en qué Burger King usted puede pedir un combo de Whopper con yuca frita? De hecho, es posible que no tenga que ir tan allá... ¿Cuántas personas quedan en Puerto Rico que coman yuca?

La yuca en Puerto Rico está en peligro de extinción, como lo están nuestra flora y fauna, nuestra banca, nuestro crédito, y nuestro Gobierno.

La pregunta es: ¿dónde están los agricultores? Todo el mundo está hablando del Plan de Uso de Terrenos: los desarrolladores (que más que hablar, se levantaron de la mesa y se fueron—demostrando, una vez más, eso que dicen en inglés que “Action speaks louder than words”), los ambientalistas (la ironía más grande de todas porque originalmente los de la JP se tildaron de lo más ‘verdecitos’ y ahora es el Virus Verde el que ha contagiado a todo el mundo), líderes comunitarios, los arquitectos, ingenieros, propulsores del turismo, industriales, etc. etc. etc. pero no he escuchado nada de los agricultores.

Sí, entiendo que el plan maestro es que Puerto Rico se convierta en la Suiza del Caribe, dejando atrás cualquier remanente de nuestro pasado agrario, que dedique su industria a R&D en biotecnología y farmaceúticas, en servicios especializados y Turismo, con la presencia de multinacionales y una solidez financiera digna de entrar en la Unión Europea. Nice, pero ¿quién va a sembrar la yuca? O, quizás la pregunta deba ser, ¿será que el Gobierno no quiere que comamos yuca?

Pues a mí me gusta la yuca, preferiblemente en escabeche. A mi mamá le gusta la yuca, también en escabeche, y a mi hermana la yuca frita porque es de la generación de ahora que no saben comer.

El punto es, que no podemos ignorar que vivimos en una isla, rodeada de agua, y que deberíamos, en el mejor de los casos, ser modelo de un desarrollo sustentable que incluya, entre otras cosas, una agricultura con prácticas saludables. En las nuevas clasificaciones del Plan de Uso de Terrenos, hay muchas excepciones 'Atipicas' para Turismo e Industria pero poco se ha escuchado sobre la agricultura. Los invito a que reflexionen sobre esto mientras almuerzan hoy un delicioso plato de yuca en Pollo Tropical o Ajili Mojili, el que le permita su bolsillo.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

"en peligro de extinción, como lo están nuestra flora y fauna, nuestra banca, nuestro crédito, y nuestro Gobierno."

El credito parece estar en peligro de extinción, pero la banca no. Habra problemas en instituciones, pero en general están en las papas (de Idaho, no PR).

10:34 p. m.  

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