La luz que nos azota
Pedazo de graffiti en el antiguo teatro Paradise, abandonado por el gobierno, en Río Piedras.
Las unidades de aire acondicionado se sienten abusadas. Dan su último respiro de aire frío mucho antes de lo que garantiza el manufacturador. El abonado de AEE, por su parte, pone el grito en el cielo cada vez que recibe su estado mensual. Nos encanta vivir en un país tropical cuando vamos de playa, pero en el trabajo, en el carro y a la hora de dormir, queremos un igloo.
Esta luz que nos azota, más allá del bill mensual de la AEE, parece que de paso nos ha quemado el cerebro. Con tanta luz solar que recibimos día a día durante las 'cuatro' estaciones del año, ¿por qué son prácticamente inexistentes los paneles solares que generan energía en nuestras edificaciones? Con las pulgadas de lluvia que caen sobre nuestros techos mensualmente, ¿por qué las casas no cuentan con un sistema de recogido de agua inteligente para suplir las necesidades residenciales? ¿Por qué si estamos rodeados por mar y vivimos en el trópico, construimos barreras de cemento para la brisa fresca en lugar de jugar con las corrientes de aire y los rayos del sol al diseñar nuestras viviendas?
'No es fácil la vida en el trópico' si construimos continuamente ignorando nuestra realidad y desconectados de nuestro entorno. La creatividad está ausente en Puerto Rico, y no sólo en la industria de la construcción, en la publicidad y en los medios locales, con raras excepciones. De acuerdo a la última edición de Caribbean Business, Puerto Rico produce una patente por cada 87,000 residentes, y muchas de estas patentes son propiedad intelectual de empresas extranjeras que operan en nuestra isla. Países como Irlanda y Singapur, comparados con Puerto Rico por su capacidad de manufactura farmacéutica, producen una patente por cada 19,418 residentes y 9,442 residentes, respectivamente. De las 46 patentes emitidas en Puerto Rico este año, un número récord para la Isla, sólo 10 pertenecen a individuos o empresas puertorriqueñas. Número de patentes producidas por la Universidad de Puerto Rico: 0. (Para acceder este artículo, apretar link a Caribbean Business en el menú a mano derecha.)
Me pregunto si la mayoría de los males sociales y económicos que afectan a nuestra Isla y a sus residentes no se debe, simplemente, a una terrible falta de creatividad. Creatividad en todos los sectores: gobierno, construcción, empresas privadas, organizaciones comunitarias, que a fin de cuenta es la agrupación de nosotros los propios ciudadanos desempeñándonos en nuestras respectivas faenas.
El gobierno tiene que fomentar la creatividad. La misma edición de Caribbean Business publicó una entrevista con la Directora Ejecutiva de la Corporación de Artes Musicales, donde ésta menciona un estudio del estado de Nueva York que establece que la industria de las artes en ese estado igualó a 13.4 billones de dólares en ese año, sostuvo 174,000 empleos y generó impuestos de 480 millones para el estado, con un ROR sobre el 240%, o $2.40 por cada dólar invertido en las artes.
Efectivamente, si no fuera porque el Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico recibió durante sus primeros 10 años parte de los impuestos de las 936 y ahora recibe parte del return tax del ron que se exporta de Puerto Rico, contaríamos con 20,000 cuerdas menos de reservas naturales para vivir.
La 936 es algo del pasado. El afán del gobierno por atraer dinero del extranjero, sin crear el nuestro propio, nos ha costado caro. La falta de determinación y creatividad nos ha costado cara. Nos ha llevado a ser criaturas del conformismo, ha vuelto nuestras mentes vagas, y ahora estamos en rojo, con un crédito que se asemeja a la basura que arropa nuestra isla de costa a costa.
La vida en el trópico sería más fácil si se incentivara el pensar y actuar bien, la inteligencia y la creatividad. Quizás así no ocurriría tanto lo que la escritora Magalí García Ramis catalogó hace unos años como 'Los cerebros que se van y los corazones que se quedan' y podríamos retener el talento y la creatividad para impulsar nuestra isla de pubertad a la madurez.

Las unidades de aire acondicionado se sienten abusadas. Dan su último respiro de aire frío mucho antes de lo que garantiza el manufacturador. El abonado de AEE, por su parte, pone el grito en el cielo cada vez que recibe su estado mensual. Nos encanta vivir en un país tropical cuando vamos de playa, pero en el trabajo, en el carro y a la hora de dormir, queremos un igloo.
Esta luz que nos azota, más allá del bill mensual de la AEE, parece que de paso nos ha quemado el cerebro. Con tanta luz solar que recibimos día a día durante las 'cuatro' estaciones del año, ¿por qué son prácticamente inexistentes los paneles solares que generan energía en nuestras edificaciones? Con las pulgadas de lluvia que caen sobre nuestros techos mensualmente, ¿por qué las casas no cuentan con un sistema de recogido de agua inteligente para suplir las necesidades residenciales? ¿Por qué si estamos rodeados por mar y vivimos en el trópico, construimos barreras de cemento para la brisa fresca en lugar de jugar con las corrientes de aire y los rayos del sol al diseñar nuestras viviendas?
'No es fácil la vida en el trópico' si construimos continuamente ignorando nuestra realidad y desconectados de nuestro entorno. La creatividad está ausente en Puerto Rico, y no sólo en la industria de la construcción, en la publicidad y en los medios locales, con raras excepciones. De acuerdo a la última edición de Caribbean Business, Puerto Rico produce una patente por cada 87,000 residentes, y muchas de estas patentes son propiedad intelectual de empresas extranjeras que operan en nuestra isla. Países como Irlanda y Singapur, comparados con Puerto Rico por su capacidad de manufactura farmacéutica, producen una patente por cada 19,418 residentes y 9,442 residentes, respectivamente. De las 46 patentes emitidas en Puerto Rico este año, un número récord para la Isla, sólo 10 pertenecen a individuos o empresas puertorriqueñas. Número de patentes producidas por la Universidad de Puerto Rico: 0. (Para acceder este artículo, apretar link a Caribbean Business en el menú a mano derecha.)
Me pregunto si la mayoría de los males sociales y económicos que afectan a nuestra Isla y a sus residentes no se debe, simplemente, a una terrible falta de creatividad. Creatividad en todos los sectores: gobierno, construcción, empresas privadas, organizaciones comunitarias, que a fin de cuenta es la agrupación de nosotros los propios ciudadanos desempeñándonos en nuestras respectivas faenas.
El gobierno tiene que fomentar la creatividad. La misma edición de Caribbean Business publicó una entrevista con la Directora Ejecutiva de la Corporación de Artes Musicales, donde ésta menciona un estudio del estado de Nueva York que establece que la industria de las artes en ese estado igualó a 13.4 billones de dólares en ese año, sostuvo 174,000 empleos y generó impuestos de 480 millones para el estado, con un ROR sobre el 240%, o $2.40 por cada dólar invertido en las artes.
Efectivamente, si no fuera porque el Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico recibió durante sus primeros 10 años parte de los impuestos de las 936 y ahora recibe parte del return tax del ron que se exporta de Puerto Rico, contaríamos con 20,000 cuerdas menos de reservas naturales para vivir.
La 936 es algo del pasado. El afán del gobierno por atraer dinero del extranjero, sin crear el nuestro propio, nos ha costado caro. La falta de determinación y creatividad nos ha costado cara. Nos ha llevado a ser criaturas del conformismo, ha vuelto nuestras mentes vagas, y ahora estamos en rojo, con un crédito que se asemeja a la basura que arropa nuestra isla de costa a costa.
La vida en el trópico sería más fácil si se incentivara el pensar y actuar bien, la inteligencia y la creatividad. Quizás así no ocurriría tanto lo que la escritora Magalí García Ramis catalogó hace unos años como 'Los cerebros que se van y los corazones que se quedan' y podríamos retener el talento y la creatividad para impulsar nuestra isla de pubertad a la madurez.
2 Comments:
Excelente, IKE, excelente! Y me encanta esa foto.
Yo voto por Ike para gobe. Cuando tenga tiempo voy a responder con comentarios mas inteligentes. Al fin tengo algo interesante para leer en el trabajo. Gracias, Ike.
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