Buscando guayaba en la Isla-Modelo
Es rara la vez que una publicación de prestigio internacional dedica un artículo a Puerto Rico. Es triste, sin embargo, que ese 'reconocimiento' muchas veces se enfoca en situaciones negativas que afectan la imagen de Puerto Rico en el extranjero. (Ese fue el triste caso de la edición en español del National Geographic Magazine en marzo del 2003 que presentó a Puerto Rico como una isla de drogadicción y corrupción y que permanece como un recuerdo amargo en la consciencia de muchos.)
Me refiero al artículo publicado el martes por The Wall Street Journal, "Puerto Rican Bank Woes Leave Tarnished Image", que trata la crisis de Doral Financial Corporation a raíz de la investigación por el SEC y extiende el caso de Doral a una crisis general en la industria bancaria local. Karen Richardson, reportera del WSJ, indica en su reportaje que en Wall Street existe una percepción de que "several of Puerto Rico's banks are operated more like private clubs than public companies."
Hablemos claro: la corrupción, el lavado de dinero, cifras ficticias--todas estas son cosas que existen en todas las partes del mundo. Puerto Rico no es ni será el único país que sufre de estos males, ni el peor tampoco. Sin embargo, sólo porque estas cosas se han convertido en prácticas comunes en otros países, incluyendo *model* U.S.A., no quiere decir que por eso sean ni justificadas ni más aceptadas. Al final del día, quien paga es Puerto Rico y la economía local cuando el crédito no valga nada y los inversionistas decidan sacar su dinero e invertirlo en otro lugar. En esta era de la globalización donde el capitalismo es el 'driver' del conquistador, (sigue siendo una lucha por el 'oro'), se repite la historia.
Un breve flashback: Cuando los españoles encontraron que en Puerto Rico ya no quedaba más oro, alzaron el grito al cielo, "¡Qué Dios nos lleve al Perú!" y así se fueron marchando a México y al Perú, en busca de nuevas y mayores riquezas. El desarrollo económico de Puerto Rico dejó de ser una prioridad para el Gobierno de Madrid. Ya cuando el Mariscal Alejandro O'Reilly visita la Isla en 1876 para inspeccionar las defensas de San Juan, no puede evitar reportar a la Corona el estado de pobreza y la economía de subsistencia acompañada por el comercio de contrabando que dominaba en la Isla.
Hmmm...
En el artículo del National Geographic de marzo 2003, Frank Stipes, director de Westernbank, es citado diciendo, "La verdad es que la economía es más fuerte de lo que indican las cifras. Esto se debe a una economía 'informal' fuerte, y quiero decir muy fuerte". ¿Cuán fuerte? Stipes estimó al reportero del National Geographic que alrededor de 50-55% se basaba en efectivo no declarado.
¿Por qué parece ser que cada vez que suena el issue del status en Washington, empiezan a salir cosas negativas de Puerto Rico en la prensa estadounidense?
No quiero saltar a conclusiones, pero me parece que esto es algo que amerita cuestionarse. ¿Casualidad o causalidad? Lo dejo a usted, estimado lector, a que llegue a sus propias conclusiones.
Sin embargo, quiero notar que Puerto Rico se encuentra en un momento que puede significar lo mejor o lo peor para el futuro de la Isla, depende de las acciones que se tomen de aquí en adelante: podemos convertirnos en isla-modelo o hundirnos en el provincialismo e insularismo de un paradigma colonial totalmente passé. La isla-modelo está a nuestro alcance si impulsamos los valores de integridad, creatividad y transparencia. La isla-modelo es limpia y segura, no sólo sus calles y parques, sino sus bancos y su administración. La isla-modelo es bella: con un balance armónico entre la naturaleza y la infraestructura. La isla-modelo no es perfecta: es real y creativa en buscar soluciones efectivas para sus problemas. No ande buscando guayaba en otro lado; todo lo que necesitamos está aquí.
Es rara la vez que una publicación de prestigio internacional dedica un artículo a Puerto Rico. Es triste, sin embargo, que ese 'reconocimiento' muchas veces se enfoca en situaciones negativas que afectan la imagen de Puerto Rico en el extranjero. (Ese fue el triste caso de la edición en español del National Geographic Magazine en marzo del 2003 que presentó a Puerto Rico como una isla de drogadicción y corrupción y que permanece como un recuerdo amargo en la consciencia de muchos.)
Me refiero al artículo publicado el martes por The Wall Street Journal, "Puerto Rican Bank Woes Leave Tarnished Image", que trata la crisis de Doral Financial Corporation a raíz de la investigación por el SEC y extiende el caso de Doral a una crisis general en la industria bancaria local. Karen Richardson, reportera del WSJ, indica en su reportaje que en Wall Street existe una percepción de que "several of Puerto Rico's banks are operated more like private clubs than public companies."
Hablemos claro: la corrupción, el lavado de dinero, cifras ficticias--todas estas son cosas que existen en todas las partes del mundo. Puerto Rico no es ni será el único país que sufre de estos males, ni el peor tampoco. Sin embargo, sólo porque estas cosas se han convertido en prácticas comunes en otros países, incluyendo *model* U.S.A., no quiere decir que por eso sean ni justificadas ni más aceptadas. Al final del día, quien paga es Puerto Rico y la economía local cuando el crédito no valga nada y los inversionistas decidan sacar su dinero e invertirlo en otro lugar. En esta era de la globalización donde el capitalismo es el 'driver' del conquistador, (sigue siendo una lucha por el 'oro'), se repite la historia.
Un breve flashback: Cuando los españoles encontraron que en Puerto Rico ya no quedaba más oro, alzaron el grito al cielo, "¡Qué Dios nos lleve al Perú!" y así se fueron marchando a México y al Perú, en busca de nuevas y mayores riquezas. El desarrollo económico de Puerto Rico dejó de ser una prioridad para el Gobierno de Madrid. Ya cuando el Mariscal Alejandro O'Reilly visita la Isla en 1876 para inspeccionar las defensas de San Juan, no puede evitar reportar a la Corona el estado de pobreza y la economía de subsistencia acompañada por el comercio de contrabando que dominaba en la Isla.
Hmmm...
En el artículo del National Geographic de marzo 2003, Frank Stipes, director de Westernbank, es citado diciendo, "La verdad es que la economía es más fuerte de lo que indican las cifras. Esto se debe a una economía 'informal' fuerte, y quiero decir muy fuerte". ¿Cuán fuerte? Stipes estimó al reportero del National Geographic que alrededor de 50-55% se basaba en efectivo no declarado.
¿Por qué parece ser que cada vez que suena el issue del status en Washington, empiezan a salir cosas negativas de Puerto Rico en la prensa estadounidense?
No quiero saltar a conclusiones, pero me parece que esto es algo que amerita cuestionarse. ¿Casualidad o causalidad? Lo dejo a usted, estimado lector, a que llegue a sus propias conclusiones.
Sin embargo, quiero notar que Puerto Rico se encuentra en un momento que puede significar lo mejor o lo peor para el futuro de la Isla, depende de las acciones que se tomen de aquí en adelante: podemos convertirnos en isla-modelo o hundirnos en el provincialismo e insularismo de un paradigma colonial totalmente passé. La isla-modelo está a nuestro alcance si impulsamos los valores de integridad, creatividad y transparencia. La isla-modelo es limpia y segura, no sólo sus calles y parques, sino sus bancos y su administración. La isla-modelo es bella: con un balance armónico entre la naturaleza y la infraestructura. La isla-modelo no es perfecta: es real y creativa en buscar soluciones efectivas para sus problemas. No ande buscando guayaba en otro lado; todo lo que necesitamos está aquí.
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